En 1860, el Comandante Manual Chacón Garay tuvo como misión dirigir y organizar a la Guardia Municipal de Santiago. En 1864, creó los guardias comisionados, cuyo fin era institucionalizar una figura policial que se había comenzado a utilizar décadas antes, la del policía en “comisión”. Hecho que describía a policías que realizaban operaciones especiales, infiltrando los ambientes criminales para descubrir a los delincuentes de mayor peligrosidad, para lo cual debían prescindir de su uniforme. Aspecto que se convertirá en un símbolo de identidad para los detectives de la futura Policía Civil. El mismo año, la Municipalidad de Valparaíso fundó la Policía Secreta, caracterizada por su reserva al momento de trabajar, orientando sus funciones a identificar a las bandas y delincuentes de mayor peligrosidad que actuaban en el puerto de Valparaíso.

Guardias Comisionados en Santiago y las primeras referencias a la Policía Secreta en Valparaíso, dan cuenta de los orígenes del oficial investigador y de un perfil específico que se buscaba en ellos: capacidades sociales, técnicas y éticas que sobresalieran, pues los ambientes que debían investigar involucraban peligros y amenazas que se debían sortear con gran habilidad, así como identificar los vínculos en los delitos que pesquisaban.

De este modo, en la década de 1870, el guardia comisionado se convirtió en un importante apoyo para el control del delito y la administración de justicia, considerando los avances y desarrollos experimentados por el sector seguridad y justicia, que se grafican en la promulgación del Código Penal el 12 de noviembre de 1872 y la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales el 15 de octubre de 1875. Estos hechos, van dando cuenta de un sistema que se va profesionalizando, por ende, el ámbito de la investigación criminal, de la evidencia para enjuiciar a posibles delincuentes en un Estado de Derecho que se va robusteciendo, requería de policías que fueran capaces de, mediante pruebas que cumpliesen con estándares científicos, demostrar la culpabilidad o inocencia de alguna persona.

En esta línea, durante 1874 el comandante de la Policía de Valparaíso Jacinto Pinto, incorpora el uso de la fotografía como eficaz instrumento de identificación de delincuentes, situando a Chile entre los pioneros del continente en el empleo de la más moderna técnica de identificación y en la confección de una galería de delincuentes. Asimismo, se va desarrollando un profundo conocimiento en el ámbito de las técnicas de identificación de personas y fortaleciendo el perfil científico de la Policía Civil.