En 1875, el intendente de Valparaíso autoriza un distintivo para que la Policía Secreta guarde la incógnita y sea reconocida. Este es el primer antecedente de la placa de servicio, otro de los elementos que van conformando la identidad de los detectives. A su vez, El intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna propone como modelo a seguir para la policía civil, el de “agent de la sûreté” de París, el que será adoptado definitivamente en años posteriores.

En 1884, sigue evolucionando el Estado de Derecho en Chile, así como el perfeccionamiento del marco legislativo en el que se inscribe la Ley de Garantías Individuales, reguló el arresto y definió las atribuciones de la policía. Esta ley se transformó en una verdadera Carta Magna respecto a los derechos de los ciudadanos frente a posibles abusos. Los agentes vinculados a investigación criminal, ya fuesen de la Policía Secreta o guardias comisionados, adoptaron esta legislación para obrar conforme a derecho, incluso portando el texto en todos sus procedimientos.

En 1889 se creó la Sección Pesquisas y luego en 1896 las Policías Fiscales, siendo parte de éstas la Sección de Orden (con actuaciones orientadas a la prevención, vigilancia y al patrullaje urbano y rural –uniformado-) y la Sección de Seguridad, la que cumplía objetivos judiciales, investigando delitos, aprehendiendo delincuentes y obteniendo evidencias que se proporcionaban como pruebas a los magistrados del crimen, lo que definió claramente su carácter investigativo y civil, por cuanto se mantuvo “el pasar desapercibidos para lograr sus objetivos”.

El primer jefe de la Sección de Seguridad fue Exequiel Rodríguez. Esta Sección se hizo extensiva a las ciudades de Santiago y Valparaíso y luego se iría replicando a las principales ciudades del territorio nacional. En ella, confluyeron los policías que se desempeñaban como oficiales investigadores, antes repartidos en la Policía Secreta o guardias comisionados.