El año 2013 constituye un hito significativo, revestido de un valor simbólico para todas las personas que conformamos la PDI: confluyen dos eventos que nos llenan de orgullo e incrementan nuestros desafíos futuros. Por un lado, como lo hemos hecho desde el año 2004, frente a la ciudadanía y a las autoridades del país, rendimos cuenta sobre nuestro desempeño. Por el otro, conmemoramos 80 años de existencia como organismo permanente del Estado.

En mi carácter de Director General de la institución, tengo la importante misión de entregar un mensaje a toda la ciudadanía: demostrar, en base a resultados objetivos, cuál ha sido nuestro aporte a las políticas públicas de seguridad y al sistema de persecución penal. A su vez, dar cuenta, desde la trayectoria histórica y la tradición que nos avala, por qué y cómo hemos evolucionado, capitalizando aprendizajes, profesionalizando nuestra labor y, en definitiva, transformándonos en una institución legitimada socialmente que aporta, como parte del Estado de Chile, a la creación de valor público.

Nuestra misión es compleja, y lo sabemos. Se nos ha encomendado la prevención, control e investigación de los delitos, además de ejercer funciones migratorias fiscalizando extranjeros y teniendo a nuestro cargo el ingreso y salida de personas del territorio nacional. Debemos aplicar la ley en las situaciones que lo ameriten; esclarecer delitos mediante la investigación criminal levantando información objetiva a través de criterios científico técnicos; garantizar el respeto irrestricto al estado de derecho; y, mantener estrechos vínculos con las comunidades del país afianzando y profundizando los principios democráticos que nos rigen.

Desde sus orígenes, la PDI ha asumido este desafío. Hacia finales del siglo XIX, los agentes de pesquisas, antecedente directo de nuestros detectives, portaban copias de la “Ley de Garantías Individuales”, que regulaba el arresto y definía las atribuciones de la policía, para asegurar que todos sus procedimientos se enmarcaran dentro de la legalidad vigente. En este mismo período, y con el propósito de fundamentar las investigaciones criminales y fortalecer nuestro naciente sistema de