Otra de las áreas que han concitado preocupación en la Policía Civil, es aquella relacionada con los delitos contra la propiedad. Su frecuencia y los cambios en los objetos sustraídos, así como los modus operandi implementados han sido un desafío permanente para la organización. En el año 1974 se creó la Brigada Especial Contra Asaltos (Beca) unidad policial que da respuesta al aumento en los delitos de robo con intimidación, lo que hizo necesario contar con una unidad policial especializada en la materia. Cinco años más tarde, en 1979 Beca cambia de nombre a la Brigada Investigadora de Asaltos (BIA); en 1991 cambia a Prefectura Investigadora de Asaltos (Pria), para en 1993 cambiar nuevamente a Comisarías Investigadora de Asaltos (Cina), para finalmente en 1998 pasar a llamarse Brigada Investigadora de Robo (Biro), en la actualidad dependientes de la Jefatura Nacional de Delitos Contra la Propiedad y Asuntos Especiales.
En septiembre de 1974 la institución pasó a depender del Ministerio de Defensa y se creó la Subsecretaría de Investigaciones. En 1979 se dictó el Decreto Ley Nº 2460 el que estableció la Ley Orgánica de la Policía de Investigaciones, la que en su art. 1º establece que “La Policía de Investigaciones es una institución de carácter profesional, técnico y científico, integrante de las Fuerzas de Orden, dependiente del Ministerio de Defensa Nacional”. El año 1982, la Escuela cambió su denominación a “Escuela de Investigaciones Policiales, Presidente Arturo Alessandri Palma”, y en 1984 la Ley Nº 18.322 cambió el nombre de “Investigaciones de Chile” por “Policía de Investigaciones de Chile”.
Durante las décadas siguientes, la evolución de los delitos a nivel mundial y en el país, fueron adquiriendo mayor complejidad. El crimen transnacional, el crimen organizado, la complejidad que van adquiriendo las estructuras de las bandas delictuales, así como los diversos ámbitos del delito en que operan, extreman las capacidades de los organismos policiales para dar respuesta a ellos. En este sentido, la PDI continua en su línea de perfeccionamiento para entregar soluciones basadas en evidencia científico técnica y en métodos investigativos profesionales y rigurosos.
Para estos efectos durante la década de 1990, se crearon brigadas especializadas con un perfil de alta complejidad, con el fin de combatir delitos perpetrados por bandas organizadas y anticipar posibles amenazas provenientes del crimen internacional. En esta línea, en 1994 comienza a operar la Brigada de Investigaciones Especiales fusionando sus unidades antecesoras: la Brigada Investigadora de Organizaciones Criminales y el Grupo Operacional Táctico. En 1999, se creó la Brigada Investigadora del Crimen Organizado cuya misión principal fue la de investigar aquellos delitos que constituyen una amenaza para la seguridad, en particular cuando constituyen indicios de delincuencia organizada. En 2007, se estableció la Jefatura Nacional Contra el Crimen Organizado y en 2012 las brigadas antes señaladas, se incorporaron de acuerdo a sus perfiles, a la Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado y a la Jefatura de Delitos Contra la Propiedad y Asuntos Especiales.
