La estrategia de modernización de la policía, concebida como un proyecto-país, busca consolidar los procesos iniciados a partir del año 2004 y, a la vez, generar los necesarios mecanismos de adaptación y respuesta ante los futuros desafíos. Todo esto en un horizonte temporal que se proyecta hacia el año 2015 y que obedece a los siguientes objetivos estratégicos:
Desarrollar y profundizar las capacidades policiales requeridas para prestar servicios especializados en nuestras cuatro áreas estratégicas de servicio, en todo el territorio nacional.
Crear y agregar valor a los servicios policiales, a través del desarrollo y explotación de nuestros recursos y activos tangibles e intangibles, que aseguren calidad y eficacia a nuestros usuarios.
Generar mayor legitimidad social y capital estratégico para crecer como organización policial, mediante la mejora continua de los procesos administrativos y operativos que determinan nuestra contribución a la sociedad y al Estado chileno.