El objeto habría sido vendido a un coleccionista en la comuna de Las Condes quien cotejó la especie con los encargos publicados en el apartado de Bienes Culturales Robados, de este sitio. Debido a esto, el anticuario pudo corroborar la existencia de una pieza patrimonial con características similares, para posteriormente dar cuenta de ello a la brigada especializada.
El prefecto Luis Mardones Olivares, jefe de la Bridesma Metropolitana destacó la gestión realizada mediante el permanente contacto con las casas de antigüedades, “precisamente una persona, la cual era sujeto de investigación, fue a comercializar este relicario donde un anticuario y finalmente concretó la venta”. Asimismo, hizo hincapié en que se vendió a “un precio ínfimo de acuerdo a las características que tiene”.
Los Detectives, posterior a revisar las declaraciones del comprador, analizaron un archivo del año 1874 donde se señalaba que este objeto habría sido un regalo donado al templo, con dos sellos microscópicos en su base pertenecientes al Vaticano y al papa Pío IX. El valor histórico, según el subprefecto Mardones, “es incalculable, debido a que es una pieza única e irrepetible”. Y con respecto a su composición, indicó que “solamente en metal estaríamos hablando de 15 millones de pesos.”
Alejandro Cortés perito del Laboratorio de Criminalística Central, de la sección Ecología, explicó que se realizó una inspección mediante una tecnología llamada “Espectometría Fluorescencia de Rayos X la cual permite obtener información con respecto a la composición material del metal y de la iconografía, que en este caso es microcerámica”. El relicario se caracteriza por haber sido confeccionado durante la segunda mitad del siglo XIX y posterior al peritaje se determinó que está formado por metales preciosos.
El prefecto Mardones relevó el trabajo policial realizado desde la extracción del elemento de la parroquia: “en esa ocasión, la brigada especializada tuvo la labor de investigar y en su momento se realizaron todas las diligencias dando un estricto cumplimiento a los protocolos por encargo, tanto nacional como internacional, a través de nuestra página web”, lo que fue de suma importancia para hallar el objeto. “En un trabajo conjunto con la ciudadanía y el monitoreo constante en redes sociales pudimos determinar dónde estaba ubicado en la actualidad” agregó.