Más de medio siglo después de su llegada a Chile, siete obras de Ernesto Neira fueron devueltas a Argentina en una operación policial coordinada entre la Policía de Investigaciones de Chile y la Policía Federal Argentina, sumándose así a una serie de gestiones realizadas por organismos públicos y privados de ambos países.

El viernes 1 de abril de 2022, Detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Contra la Salud Pública y Medio Ambiente (Bridesma) llegaron hasta el Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en la Quinta Normal. Su misión, como especialistas en la investigación de delitos contra el patrimonio cultural, era custodiar y trasladar siete óleos de estilo neofigurativo del artista transandino Ernesto Deira hasta el Aeropuerto de Santiago, donde continuarían su viaje hasta la ciudad de Buenos Aires, en Argentina.

De acuerdo al comisario a cargo del procedimiento, Jimmy Vera, la participación de la Bridesma “nace de una solicitud de cooperación de la Policía Federal Argentina (PFA) hacia la OCN Interpol Santiago”. Pero la historia se empezó a gestar varios años antes: “surge a raíz de una tratativa, tanto de Chile como de Argentina, para la restitución de obras de arte. En ese sentido, el museo de Arte Contemporáneo  de la Universidad de Chile mantenía en custodia óleos de un artista plástico argentino hace 50 años. Por tanto, la PFA a través de Interpol requirió la cooperación de esta Brigada especializada para su custodia, traslado y entrega a la Fuerza Aérea Argentina”, señala.

La historia de cómo llegaron las obras a nuestro país y porqué se mantuvieron por tanto tiempo, es narrada por la propia Universidad de Chile en su sitio web:  “Fue el 9 de noviembre de 1971 cuando se inauguró en la Sala Universitaria del Instituto de Arte Latinoamericano de la Universidad de Chile la muestra "Identificaciones" del artista argentino Ernesto Deira, una colección de siete óleos en blanco y negro que trataban temáticas de connotación política, con personajes mutilados en alusión a la muerte del Che Guevara y a la Guerra de Vietnam. El plan era que las obras, luego de finalizar su exposición en Chile el 30 de noviembre, fueran enviadas a Cuba, pero el agitado clima político del momento impidió que salieran del país”.

Las obras se dieron por pérdidas e incluso su autor falleció pensando que habían sido destruidas.  Su restitución se gestó muchos años después, luego de un acuerdo entre la Universidad de Chile, la familia del artista y la colaboración de Interpol, junto a las embajadas, los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores y Cultura tanto de Argentina como de Chile.

Desde el punto de vista policial, el comisario Vera, destaca la permanente vinculación de la PDI con sus pares en el medio internacional. “Esto nace de la continua cooperación internacional con otras agencias policiales a nivel mundial. En este sentido, las buenas relaciones que se mantiene con la PFA permitieron desarrollar un trabajo mancomunado que se gesta en la comunicación entre Interpol  de ambos países y la Bridesma,  a la cual, por su especialización en la investigación  de delitos que atentan contra el patrimonio cultural se le solicitó la expertiz y experiencia de sus investigadores para la custodia y transporte de estas obras”.