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Detalle prensa

11-01-2022

Noticia

Detectan cambios en mercado de sustancias químicas

Detectives de la Brigada Investigadora de Sustancias Químicas Controladas (Brisuq) siguen la pista de quienes se dedican al desvío de sustancias químicas para la producción de drogas, detectando los principales cambios en sus modus operandi con el fin de sortear las fiscalizaciones de la autoridad.


De acuerdo a los últimos análisis de la brigada especializada, actualmente, quienes se dedican a este giro de negocio ilícito han optado por adquirir volúmenes inferiores que los registrados en años anteriores, lo cual se refleja en una menor cantidad de incautaciones al año.

De hecho, la constante baja tanto en la cantidad total al año, como por la cantidad sacada de circulación por procedimiento policial, fue motivo del análisis policial. En los últimos tres años, los decomisos registrados por la Brisuq disminuyeron de 10.211 kg en 2019; a 6.807 kg el 2020, y a 5.196 kg el año que recién pasó.

La explicación estaría en los cambios en el modus operandi al momento de adquirir los precursores químicos, como permanganato de sodio o acetona,  que son necesarios para la creación de la droga. Si hace dos años una sola operación podía involucrar varias toneladas de sustancias desviadas al narcotráfico, hoy el mercado ilícito se ha atomizado.

Quienes se dedican a esta actividad ilícita, conocidos como “intermediarios”, crean empresas falsas para poder adquirir los productos bajo una fachada de legalidad y enviarlos a los productores de drogas. Esto es el desvío de sustancias químicas, una conducta penada por la Ley,

El jefe de la Brisuq, comisario Patricio Navarro, señala que entre 2018 y 2019, se detectaron compras por 4 y hasta 8 toneladas de estos precursores. Las investigaciones también establecieron la existencia de comunicaciones vía mensajería instantánea, por la cual las empresas chilenas de fachada recibía pedidos desde el extranjero, donde se produce la droga.

En tanto, hoy en día “ya no se generan estas comunicaciones desde el extranjero, y aparecieron en escena pequeñas empresas cuyas primeras compras eras sustancias químicas controladas. Sin embargo, el volumen de sus adquisiciones era considerablemente menor. Comenzaron a bajar a 500 kilos, 300 kilos y 150 kilos”, precisa el comisario Navarro.

El objetivo de este cambio en el modus operandi apuntaría a generar menor sospecha y, en el caso de que la operación sea detectada, la incautación también sea menor.

Para poder hacer frente a estos fenómenos existe en la actualidad una Fuerza de Tarea, donde se combinan los esfuerzos de Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el Servicio Nacional de Aduanas y la PDI para dar continuidad con los controles a este rubro y desarrollar las correspondientes investigaciones policiales. Un  área donde la Brisuq se posiciona como la única unidad del país especializada en su ámbito.