La operación “Frontera Norte” de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana, Bitrap, permitió detener a nueve miembros de lo que sería una red dedicada al contrabando de migrantes, incluyendo a cientos de niños y niñas. Clave en esta investigación fue el respaldo de INTERPOL y organismos policiales de América Central y del Sur.
Las detenciones se llevaron a cabo el 29 de septiembre en la ciudad de Arica, cerca de la frontera con Perú, e incluyen a tres ciudadanos chilenos, tres peruanos, un haitiano, un venezolano y un paraguayo. Todos ellos enfrentarán cargos de asociación ilícita y contrabando de migrantes.
Esta red supuestamente intentaba efectuar el contrabando de hijos de migrantes haitianos hacia los Estados Unidos, a menudo sin la compañía de sus padres y es sospechosa de haber efectuado el tráfico estimado de 1.000 migrantes haitianos desde Chile, siendo México o los Estados Unidos el destino final.
Hasta la fecha, 267 niños/as chilenos/as de seis años o menos han sido detectados en la ruta migratoria irregular hacia Estados Unidos en Costa Rica, Guatemala, México, Nicaragua y Panamá.
No viajaban con sus verdaderos padres
La investigación inició en enero del 2020, cuando se recibieron denuncias que daban cuenta de un flujo anormal de hijos de migrantes haitianos cruzando la frontera con Perú. Pronto, en medio de la pandemia mundial de COVID-19, los puestos fronterizos de Costa Rica, México, Nicaragua y Panamá estarían informando que un gran número de niños de nacionalidad chilena estaban varados, sin poder continuar su viaje a los Estados Unidos.
En marzo, la Policía de Investigaciones de Chile, se puso en contacto con la Unidad de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de INTERPOL, solicitando a los países miembros de América Central, del Sur y el Caribe que compartieran cualquier información pertinente. Los datos resultantes permitieron a los investigadores chilenos confeccionar una lista de 185 niños y niñas que habían sido objeto de tráfico ilícito, a través de Centroamérica, hasta noviembre de 2020, lista que desde entonces ha aumentado hasta incluir 267 nombres.
En virtud de este listado – y dentro del marco coordinado por la Operacion Turquesa II – INTERPOL emanó notificaciones amarillas (alertas policiales mundiales para localizar a personas desaparecidas ) para cada uno de los 267 menores de edad, como también 526 Notificaciones Azules (que solicitan información adicional sobre un caso específico) a petición de Chile. Los investigadores buscaron localizar a los padres de los menores y establecer si estaban de camino a los Estados Unidos.
En algunos casos, se confirmó que los niños no viajaban con sus verdaderos padres y, en otros, que habían sido abandonados o sus padres habían muerto en el camino.
Promoción a través de grupos de WhatsApp
En el curso de la investigación, la Bitrap identificó una red delictiva transnacional dedicada a promover y facilitar el viaje irregular de migrantes haitianos desde Chile a Estados Unidos.
Los facilitadores promocionaban sus servicios a través de grupos de WhatsApp y se encargaban de transportar a los migrantes a través de la frontera entre Chile y Perú, tras lo cual los migrantes iniciaban la larga ruta terrestre hacia Estados Unidos. Los facilitadores que operaban en Chile también tenían contactos con traficantes en los demás países de la ruta.
“Es horrible pensar lo que han sufrido estos niños vulnerables, algunos de ellos de pocos años de edad", declaró el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock. "La diligencia de la PDI chilena en la investigación y el desmantelamiento de esta red, con el apoyo de otros países implicados a través de INTERPOL, demuestra lo que la cooperación policial puede conseguir cuando se comparte la información."
“La plataforma de acceso a información policial y bases de datos al que proporciona INTERPOL fue un elemento clave para que la PDI, pudiera desarticular esta red internacional que se dedicaba al contrabando de migrantes haitianos hacia Estados Unidos y México”, expresó el Director General de la PDI Sergio Muñoz. “Durante el proceso investigativo, que duró más de un año, llevado a cabo por la Brigada Investigadora de Trata de Personas, se contó con el apoyo de diversas policías de distintas partes del mundo, lo que demuestra el compromiso y apoyo de nuestros pares cuando existe un objetivo en común como es luchar contra el crimen organizado transnacional de manera cohesionada y como un solo equipo”.
En respuesta al tráfico ilícito de migrantes, INTERPOL ofrece una variedad de conocimientos especializados, bases de datos y servicios a las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley en los países de origen, tránsito y destino, ayudando a intercambiar información y coordinar la acción contra los sindicatos de tráfico ilícito a través de los países miembros de la organización.
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