“Las Policías de Las Américas en Tiempos de Pandemia” fue el tema central de la videoconferencia que reunió, entre el 26 y 27 de este mes, a los jefes de policías de los países americanos miembros de Interpol, desde Canadá hasta Chile, cuyo anfitrión y coorganizador fue nuestro país, a través de la Policía de Investigaciones.

Este importante encuentro de Interpol contó en su apertura con las intervenciones del presidente de la reunión, el Director General de la PDI, Héctor Espinosa, en su calidad miembro del Comité Ejecutivo; del secretario general Jürgen Stock, y del ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado. Además, estuvo presente la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.

En sus palabras iniciales, la máxima autoridad de la Policía Civil chilena invitó a reflexionar acerca de cómo las policías de la región pueden enfrentar del mejor modo posible la pandemia del Covid-19 y la ciberdelincuencia, que se han presentado como “fenómenos transnacionales que nos aquejan a todos por igual”.

Para este fin, la reunión se desarrolló en torno al debate de temas centrales, bajo la modalidad de paneles de trabajo. Entre los moderadores y panelistas se contó con integrantes de las policías participantes y miembros del Banco Mundial y Unicef.

En el primer día se abordaron las tendencias de la delincuencia durante la pandemia, sus repercusiones para las policías y nuevas normas de actuación. Entre los temas centrales: vulneración de medidas de control sanitario, cuestiones migratorias y campañas educativas y de comunicación.  Mientras que la segunda jornada se centró en el panorama mundial de las ciberamenazas surgidas en torno al COVID-19, la cooperación internacional y el fomento de alianzas público-privadas.

Al cierre de la actividad y de acuerdo al debate desarrollado durante ambos días, el Director General de la PDI precisó, a modo de síntesis, que “durante el desarrollo de esta emergencia sanitaria mundial, se han incrementado delitos vinculados al Cibercrimen (como fraudes y estafas, pornografía infantil, falsificaciones, violencia intrafamiliar) y delitos relativos a la vulneración de las normas sanitarias establecidas.

Junto con ello, señaló que “Vemos que la labor policial comparte como denominador común la colaboración en el combate a este mortal virus, obligándonos a crear distintos servicios extraordinarios destinados a combatir un problema de orden mundial, y transformándose en un trabajo fundamental”.