SI bien no es la primera pandemia de la era digital, el COVID-19 si se ha caracterizado por un importante aumento del uso de internet y redes sociales para todo tipo de fines, incluyendo la comisión de delitos. Ello ha motivado el diseño de estrategias para fortalecer la labor de la Brigada Investigadora el Cibercrimen (Bricib) Metropolitana.
Durante todo el 2020, delitos como sabotaje informático; amenazas; estafas, e injurias y calumnias, fueron los principales ilícitos investigados por la Bricib Metropolitana. A los ya mencionados, se suman delitos sexuales como producción, almacenamiento y/o distribución de material pornográfico infantil, y abuso sexual sin contacto corporal de menor o (grooming).
Aunque en términos generales los delitos preponderantes son los mismos que en el año anterior, hay fenómenos que preocupan a los investigadores como el aumento de casos de adquisición o almacenamiento de material pornográfico infantil, que pasó del 3º al 1º lugar en la categoría Denuncias.
Del mismo modo, ilícitos que tenían baja incidencia se posicionaron entre los 10 primeros. Entre éstos, por ejemplo, se encuentran los casos de atentados y amenazas contra la autoridad, amenazas contra personas y propiedades, abuso sexual sin contacto de menores, y el de injurias y calumnias.
“Producto de la pandemia, las personas comenzaron a cambiar su comportamiento en el ámbito de las compras electrónicas, los sistemas de clases o el teletrabajo. Eso genera que los delincuentes busquen vulnerabilidades” explica el jefe de la Bricib Metropolitana, subprefecto Luis Orellana.
A modo de ejemplo, cita los casos de las estafas vinculadas al retiro del 10 por ciento de los fondos previsionales, o las clases por plataformas virtuales donde algunas personas subían imágenes con contenido sexual o de pornografía infantil”.
Alertas desde el inicio de la pandemia los Detectives del área Cibercrimen se abocaron a identificar los potenciales riesgos del aumento del uso de diversos canales digitales, y diseñar estrategias para alertar a la comunidad y potenciar la función investigativa.
En esta misma línea, se llevó a cabo un balance de la gestión operativa 2020, que identifica los 10 principales delitos según tipo de decretos, que es el nombre general que reciben tanto las denuncias, como las instrucciones particulares instructivas, instrucciones particulares investigativas y las órdenes de investigar. Independiente de su denominación, todos implican el desarrollo de diligencias por parte de los investigadores policiales, con el fin de esclarecer los delitos, en coordinación con el Ministerio Público.
De acuerdo al subprefecto Orellana, realizar este balance permite proyectar el combate de los ciberdelitos durante 2021, replicando las mejores prácticas aplicadas durante el período anterior. Cita, a modo de ejemplo la operación “Pandemia en Línea” que mediante 4 intervenciones, o fases, logró detener y poner a disposición de la justica a más de 20 personas incautar sobre 600 mil archivos de pornografía infantil.
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